En tiempos de la comunicación, internet y redes sociales, paradójicamente, se le despoja al ciudadano de la voz.
Otros, sin embargo, prefieren no ver la realidad. Una realidad manchada, sucia pero que las personas sabrán limpiar.
Confío en que el sentido común se imponga, limpiemos la basura y le demos el valor a lo que realmente lo tiene: las personas.
Huyendo de unos conceptos abstractos y muy peligrosos a los que nos hacen pertenecer como grupo. Tales como patria, creencia religiosas, seguidor de un equipo de fútbol, usuario de apple o sus competidores… Todas esas etiquetas no nos definen, son accesorios. Despojados de ellas, vemos que somos tan, tan parecidos…
2 respuestas
Interesante reflexión. Y buena fotografia que acompaña a la misma. UN abrazo
Mensaje profundo y fotos que cuentan historias. Insuperable mezcla. Enhorabuena!